¿Por qué el CEO no debería ser también el presidente de la junta?
Los escándalos de algunas de las más importantes compañías a nivel mundial han vuelto a abrir un debate complejo en el mundo de los negocios: ¿debería el CEO ser también el presidente de la junta directiva? Aunque en la visión tradicional las funciones del presidente de una empresa también comprenden el liderazgo de la junta, la verdad es que muchas compañías han optado por dividir los cargos y designar a dos personas en cada uno.
Aunque en algunos países esté prohibido por las normas y las leyes del gobierno corporativo que el CEO y el presidente de la junta sean la misma persona, en países como Estados Unidos está permitido, por eso, en esta nota le contamos cuáles son las funciones de uno y de otro y las razones que plantean los expertos para dividir los cargos.
¿Qué es el CEO de una compañía?
En una empresa, el CEO es el encargado de la planeación estratégica de la empresa. Entre sus funciones principales está guiar y dirigir la estrategia completa de la compañía, además de establecer un conjunto compartido de valores, prácticas y objetivos para construir un futuro significativo.
Por lo general, la persona que ocupe este cargo deberá tener una amplia experiencia en el sector en el que se desarrolla la empresa y un MBA en su hoja de vida.
¿Qué hace el presidente de la junta directiva en una empresa?
El presidente se encarga, principalmente, de coordinar las funciones de la junta directiva en la empresa y ser el puente de comunicación entre este organismo y el CEO. Dentro de sus principales responsabilidades está ser un líder positivo, proporcionar asesoría a los miembros de la junta o al CEO, establecer la agenda de trabajo de la junta, convocar y garantizar las reuniones, velar por el cumplimiento de las decisiones de la junta, entre otras.
Al igual que el CEO, el presidente de la junta directiva debe contar con experiencia en el sector, conocimientos sobre la competencia y una impecable hoja de vida que refleje su idoneidad para el puesto.
Razones para separar los dos cargos
Tanto el cargo del CEO como el del presidente de la junta son posiciones muy importantes al interior de las compañías, por eso, es necesario que se realicen a fondo y de la mejor manera. Al estar a cargo de la misma persona, pueden ocurrir situaciones desafortunadas como las de Facebook, WeWork y Boeing.
• Caso Facebook
En los últimos meses, Facebook ha estado ocupando las primeras planas de los principales medios del mundo y no necesariamente por el aumento de sus ingresos. En realidad, la compañía de Mark Zuckerberg se ha visto en el ojo del huracán debido a las múltiples controversias sobre la protección de la información de los usuarios, su falta de regulación en lo relacionado a las fake news y su negativa por establecer un protocolo claro sobre el discurso de odio en la plataforma.
Estas problemáticas han escalado tanto que Mark Zuckerberg tuvo que comparecer ante el congreso de los Estados Unidos por el escándalo de Cambridge Analytica en el que los datos de millones de personas alrededor del mundo fueron entregados a terceros con el objetivo de utilizarse en varias campañas políticas alrededor del mundo.
Estos problemas que presenta la empresa son el resultado del mandato sin interrupciones de Zuckerberg y una sucesión de medidas inadecuadas al interior de la empresa.
• El caso de WeWork
En el caso de WeWork, el mal manejo de Adam Neumann como CEO y presidente de la junta directiva los llevó a presentar pérdidas operativas que excedieron los $ 4 mil millones de dólares. Luego de unas decisiones poco acertadas y una serie de gastos excéntricos, los inversionistas concluyeron que Neumann gastaba dos dólares por cada dólar ganado y presionaron para que desistiera de su posición.
• Caso Boeing
Finalmente, en el caso de Boeing, Dennis Muilenburg, CEO y presidente de la junta, intentó contener los costos de la empresa al equipar sus aviones insignia con un sistema de control defectuoso, luego presionó para facilitar la revisión de los nuevos modelos y prefirió no comunicar los defectos del sistema a los pilotos y a la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos. Ahora, se sospecha que estas negligencias jugaron un papel muy importante en dos accidentes aéreos y la muerte de 346 personas, sin contar la conexión a tierra de casi 500 aviones y pérdidas por más de $18 mil millones de dólares para la compañía.
Los anteriores casos son ejemplos claros de que dejar dos de los más importantes cargos al interior de una empresa a una sola persona no es una estrategia tan acertada. Por un lado, al acaparar ambos cargos, los líderes empresariales están negándole a la compañía la oportunidad de beneficiarse de las habilidades, las capacidades y la experiencia que otro alto empresario pueda proporcionar.
Por el otro, mantener este modelo de negocio debilita la capacidad de la empresa para gestionar su riesgo al minimizar la importancia de la realimentación de la junta directiva hacia las decisiones del CEO. Adicionalmente, permitir que el CEO presida las juntas directivas compromete la calidad del debate.
¿Qué tan diferentes habrían sido las historias de estas compañías si el CEO y el presidente de la junta directiva hubieran sido personas diferentes?
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